Deja de Sembrar en Terreno Ajeno

Posted by Cristina Santiago on

Deja de Sembrar en Terreno Ajeno

Que es la mujer del proceso “mujer que se queda con el hombre durante sus momentos más complicados, es decir, cuando no tiene dinero, apenas está buscando una posición laboral y social, e incluso cuando no presta mayor atención a su aspecto”

La mujer del proceso en el contexto de una relación romántica con un hombre es aquella que esta presente durante la etapa más carente, fuerte y difícil de un hombre. Es la mujer que vive en carne propia los sacrificios y limitaciones que no son de ella, es la que ayuda a su hombre a que se construya a nivel personal, profesional y cumpla con las metas financieras. La mujer del proceso sacrifica su juventud, su tiempo, sus sueños y dinero y los da al hombre para que él pueda llegar a la cima, esperando que las recompensas también sean de ellas. Esta mujer no vive su proceso, vive el proceso del hombre que se está construyendo a su lado. La mujer del proceso siembra en terreno ajeno albergando las esperanzas de que los frutos sean de ambos. Esta mujer intenciona pensando que darlo todo le otorga una garantía de permanencia y valor por parte de ese hombre que ella está ayudando a construirse a construirse.

Analicemos lo siguiente:

** Antes quiero advertir que la palabra “valor” la utilizo como valor en el mercado de las citas, el amor, la seducción… etc. No me refiero al valor como persona, todos valemos y somos muy importantes para Dios a un mismo nivel.

El hombre es visual por naturaleza, siempre querrá a su lado una mujer hermosa, sin embargo, aunque no lo exterioricen en su interior reconocen el nivel en que se encuentran. Saben que probabilidades tienen con cierto tipo de mujer y así se van moviendo.  Es por esto, por lo que un hombre tiene a la mujer que le alcance en el momento, no la que quiere. ¿Te ha llegado alguna historia a tu mente? Se que si.. Cuando utilizo la palabra “alcance” no me refiero que le alcanzo contigo porque seas barata, tengas menos valor o te merezcas menos, no, es que tu le diste el acceso, tú te bajaste al nivel donde el se encontraba y le dijiste “acepto esto”, tu no exigiste una escala mayor, estuviste dispuesta a recibir lo poco que podía ofrecerte. Así que, con esos bajos estándares, le alcanzaste en el momento que mas quebrado estaba, en el momento que no podría sustentar a una mujer con unos estándares mas elevados. Si actúas como si fueras de bajo mantenimiento, te conviertes en bajo mantenimiento y nunca te elevaras por encima de su mente.

 No estoy menospreciando la etapa de crecimiento de un hombre, todo hombre con aspiraciones debe pasar por ella, lo que no apoyo jamás es que una mujer se sacrifique siendo el escalón y refugio para luego ser descartada o permanezca recibiendo infidelidades. Incluso, para poder quitarle responsabilidad al hombre, supongamos que este no la descarta y le da una vida digna luego de llegar a su meta, no veo justo que una mujer haya sacrificado largos años de su vida, juventud, belleza, bienestar, fertilidad, pasión, dinero y tiempo para entregárselos a un hombre, cuando otro hubiese compartido la cima con ella desde un principio y esta no tenia que sacrificar todo aquello que no regresa , esto sería en el mejor de los casos en el que el hombre si logra llegar a la cima y no la descarte.

Aunque el no lo haga de forma lógica, cuando tu aceptas que el te ubique en una posición alcanzable, donde no tienes estándares, limites y vives para y por él, a nivel subconsciente (no es algo que lo planee o busque) este hombre te comienza a asociar con una mujer de bajo valor, con una mujer que no merece más, con una mujer que no representa al hombre exitoso en el que el se quiere convertir. Por esto, cuando llegan a la cima, están con la que quieren y se deshacen de la que les alcanzaba.

El deshacerse incluye dos sentimientos muy importantes: ego y vergüenza. En el ADN del hombre esta el ser protector, proveer, cazar, es su instinto natural. Comencemos por el ego, cuando un hombre recibe ayuda de una mujer para poder crecer, ese hombre se encuentra vulnerable ante esa mujer, su masculinidad se ve impactada al tener que recibir dinero y esfuerzo de quien se supone que el proteja y le provea. Aunque el hombre no lo exteriorice, su ego comienza a lastimarse y esto le proporciona un profundo sentimiento de vergüenza. Este hombre se traga el orgullo y alberga esos sentimientos para poder seguir avanzando. Cuando llegue a la cima, el querrá deshacerse de esos sentimientos que solo le recuerdan que no pudo hacerlo por si mismo y tuvo que acobijarse en una mujer, así que para poder deshacerse de ellos y tener una autoestima y sentido de permanencia mas solido descarta todo aquello que le despierta vergüenza, incluyendo aquella mujer, quien estuvo con él, mucho de ellos incluso desarrollan coraje y odio por ella. Llegan a odiarla por quererlos a cambio de nada.

Darlo todo, no da una garantía de permanencia, da por la satisfacción del presente, no por las expectativas del futuro y sobre todo, jamás des algo y quedas con manos vacías.

 

Que vive la mujer del proceso:

  • Le enseñas s a un hombre como comportarse como hombre… para su siguiente relación.
  • Renuncias a tu proceso.
  • Te desgastas curando y sanando heridas
  • Limitas tus experiencias, gustos y lujos porque el dinero que hay en la mesa es para financiar sus sueños.
  • Cargas con todas sus energías de frustración porque no es quien quiere ser aún.
  • Te limitas a pedir y ser tratada como una reina.
  • No disfrutas tu presente, porque la felicidad es la que el te promete que se avecina.
  • Pierdes juventud, belleza y tiempo en una lucha que no te corresponde.
  • Para luego ser reemplazada o vivir una vida donde desperdiciaste los mejores años de tu vida por sembrar en suelo ajeno.

Con esto no quiero que te confundas, me parece que es sumamente importante ser un apoyo fundamental para el hombre que tienes a tu lado, pero si la transacción es reciproca. Es hermoso dejarse liderar por un hombre y que puedas brillar y reposar en toda tu energía femenina, solo si ese hombre tiene la capacidad de ser un líder. No hablo de que tiene que ser un hombre rico, hablo de que el hombre que este a tu lado pueda sustentar esa mujer que anhela, esa mujer dulce, femenina, nutritiva y dócil.  Hoy día muchos hombres quieren una mujer así, pero no son capaces de sustentarla, viven en las redes sociales hablando de lo importante que es una mujer femenina y no se equivocan lo es. Pero lo cierto es que un hombre que no está construido no debe estar pensando en amor, debe estar pensando en trabajar.

Puede que los temas que tocamos suenen fuerte, superficiales y frívolos si es la primera vez que te topas con ellos, pero quiero que te pongas a pensar en todos esos hombres que conoces o que sabes ya sea por farándula, política, etc, que una vez llegan a la cima descartan a la mujer que les acompañó durante todo su proceso y los que no, todo lo que se comenta, todo lo que tuvo que sufrir y vivir esa mujer en los mejores años de su vida, para que una vez ambos realizados ella reciba infidelidades y todo el mundo sepa menos ella. Claro, hay excepciones, hay hombres con grandes valores y son capaces de atesorar la mujer que los acompañó, pero créelo son los pocos. Volvemos, el hombre tiene lo que le alcanza y no lo que quiere. De todos modos, si en el mejor de los casos ese hombre logra llegar a la cima y se quedan juntos, piensa como vivirás los mejores años de tu vida, cuantas limitaciones tendrás que imponerte para ayudarle en su proceso y no en el tuyo. Dar a alguien más significado en tu vida que a ti misma es un concepto contraproducente.

Quiero que hoy pienses y analices si deseas ser una mujer que pueda brillar feminidad, si deseas ser una mujer en reposo, viviendo lento, pausado, feliz y en presente. Puede que no, que quieras ser una mujer empresaria y empoderada y esta bien con eso. Pero si eres el tipo de mujer que describi al principio, pregúntate, ¿este hombre me permite vivir presente, segura, tranquila y en mi mayor estado de plenitud?

Darlo todo, no da una garantía de permanencia, da por la satisfacción del presente, no por las expectativas del futuro y sobre todo, jamás des algo y quedas con manos vacías.

 

 

Con amor, Cristina.


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